Elecciones españolas para "gallegos"

Es tradicional el carácter de generador de emigrantes que nuestro país intensificó como consecuencia del espacio de convivencia imperfecto surgido del entorno social de los 30,s

Si bien aquellas condiciones (ideológicas, sociales, económicas, …) han cambiado drásticamente, es perfectamente entendible que aquellos proyectos vitales que huyeron de nuestra patria y se afincaron allende fronteras se hayan enraizado de forma que no quepa volver al suelo patrio.

Y valga compatibilizar esa decisión con la de mantener el contacto con las raíces del árbol que les vio nacer.

Eso incluye su deseo de mantenerse empadronado.

Hasta aquí todo impecable.

En el fondo. No así en la forma.

Qué hay detrás de un proceso de empadronamiento?

El padrón municipal es el registro administrativo donde figuran todos los vecinos que viven o residen habitualmente en un municipio. Sus datos son una prueba de la residencia en el municipio.

Según la ley toda persona que viva en España tiene la obligación de empadronarse en el municipio donde resida.

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Para poder realizar el empadronamiento necesitará establecer un domicilio, el cual no es necesario que sea de su propiedad, puede ser en alquiler o bien la casa de un familiar o un conocido.

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Qué beneficios existen detrás del simple proceso de empadronamiento?

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El primero y fundamental, imprescindible para poder votar. Además para tener acceso a prestaciones municipales, y, como no, para tener derecho a las ayudas sociales.

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Nueva pregunta

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Dónde se empadronará, en qué municipio, un emigrante? Y sus hijos? Y los hijos de sus hijos?
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El mapa electoral español no está exento del fenómeno de globalización que hoy lo impregna todo.

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Alguien puede tener la tentación, y caer en ella, de favorecer el “conocimiento” de auténticas riadas de emigrantes, descendientes de descendientes de emigrantes y así facilitar el empadronamiento, curioso, en el padrón electoral de aquellas circunscripciones que electoralmente sean más interesantes para el color que más convenga?

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Parece que en la lucha por el voto todo vale.

Alguien debería estar atento. La ubre no creo que de para tanto.

Bancos en Quiebra

No existe una receta mágica, una sola, para salir de la crisis.

Deberán ser un conjunto de ellas.

Una combinación entre medidas tradicionales, antiguas, de las eternas y otras nuevas. Innovadoras. Revolucionarias.

En otro punto de este blog ya hemos comentado el protagonismo que en esta crisis han tenido los bancos (y eso incluye las Cajas de ahorros). Algunos bancos, para ser
exactos/justos.

Hay quien está clamando porque sus directivos purguen sus pecados nada menos que viendo congelando sus salarios. Eso si que es una medida audaz. Sobretodo en un año en que el IPC ha sido del 1,4%. Los directivos que se sientan sancionables deben estar llorando.

De la risa.

Existe otra corriente, más liberal, que considera que una crisis económica es la versión “civilizada”, propia de una sociedad economicista como la nuestra, equivalente a las tesis darwinistas que preconizan la adaptación al medio como garantía de supervivencia.

La supervivencia de los más aptos.

Hay bancos que han sabido aprovechar la fase expansiva del ciclo de forma “ecológica” y la fase recesiva, la “digestión” no les va a suponer graves consecuencias en su salud financiera.

Los otros, los “glotones”, los que han comido por encima de lo razonable, los que han maximizado el beneficio a corto sin pensar en nada más, no deben aspirar clemencia de la sabia naturaleza mercantil.

El ciclo vital nos debe afectar a todo ser vivo por igual. Y, por sabido, que una entidad financiera lo es. Cierto que alguno más vivo que otro.

Es condición natural que todo lo vivo debe morir.

Sea.

Menudo Cólico!!

La actual crisis que padece este país, como ya se ha repetido hasta la saciedad, tiene múltiples ejes en su origen.

Sobre el sector de la construcción, evidentemente hay más, confluyen dos:

1.- La especulación del suelo, tras la cual hay que analizar y solucionar nada más y nada menos que la financiación de los ayuntamientos (los 8.000 M€ actuales no son la solución, pero, de momento los tienen callados. Cuanto callado hay en este país!)

2.- El proceso de endeudamiento salvaje al que se han sometido los ciudadanos en búsqueda del Bálsamo de Fierabrás, es decir, casa en propiedad para todo el mundo.

Esta decisión, inconsciente colectivo, de endeudamiento por parte de los particulares ha sido conducida fundamentalmente por la banca nacional, ante la mirada impávida del Banco de España.

El endeudamiento de las familias españolas no ha sido un fenómeno aislado.

Dado que el sistema financiero español es estructuralmente deficitario (invertimos y gastamos más que ahorramos), la banca (la grande, la pequeña, la mediana y las cajas de ahorro) ha tenido que salir a buscar el dinero que no tenía al mercado internacional.

Como la demanda de crédito de los particulares ha sido desmesurada, el endeudamiento de los bancos nacionales también ha sido enorme.

Este fenómeno (curioso que le haya pasado a los bancos), ha supuesto que determinadas instituciones financieras (es mejor pensar que no todas) hayan superado con creces su capacidad de endeudamiento.

En otras palabras, su tamaño (suma de sus recursos propios más el porcentaje correspondiente de los depósitos de sus clientes) no debería haberle permitido alcanzar tanto recurso a crédito como ha conseguido.

El conjunto ha resultado ser como un gigantesco juego piramidal

Alguien ha parado el juego y de repente el Gobierno se ha dado cuenta de que sus instituciones financieras tienen más deudas que recursos.

Y ahora, dos medidas:

Una, más cosmética que real. El Estado avala a la Banca. El Estado adquiere activos tóxicos. En ningún caso el Estado “financia” el negocio bancario (tiene razón “zapatitos”), no habrá por tanto ningún consejero público en los Consejos de Administración de los Bancos.

Dos, la realmente eficaz. La banca está dejando caer su actividad hasta el extremo razonable que sus recursos propios le permitan. Es decir, está adelgazando. Está volviendo a su contorno natural.

Como consecuencia, y he aquí la reflexión escalofriante, va a quedar un mapa crediticio español, a la par que singular, absolutamente desesperanzador.

La capacidad de crédito que tiene nuestro sistema financiero se ha “empeñado” en financiar la adquisición de la vivienda habitual (y aún alguna más) a las familias en detrimento de la financiación de las empresas.

Resultado, el tejido productivo se está muriendo por falta de oxígeno.

Y esta situación de hecho no se podrá corregir en mucho tiempo, ya que las hipotecas se han firmado, otra locura, a muy largo plazo (20-25 años)

Y este fenómeno solo ha pasado en España? No hay salida, entonces?

Por ahora no. La falta de dinero (es pura falta de dinero) se solucionará cuando la otra crisis, la internacional (la que no nos ha afectado a nosotros), finalice a su vez.

Cuando la banca internacional depure sus pecados (elevada morosidad debido a la ambición, absoluta falta de escrúpulos y nula efectividad de los controladores del sistema) y recupere su tono, entonces y solo entonces, las empresas españolas podrán acudir a solicitar préstamos a esas renovadas financieras.

Mientras tanto, la banca española se adormece, empachada.

Menudo cólico!!

Situación de Emergencia

La economía se para. El paro aumenta.

Nada nuevo bajo el sol. El modelo de economía capitalista contempla ciclos periódicos de euforia y depresión que se consideran saludables.

Periódicamente el sistema depura toxinas. Purga sus excesos.

El paro, la inflación no son más que daños colaterales.

En esta colección de lecciones aprendidas, también se conocen perfectamente las medicinas a aplicar al enfermo: Medidas socialistas = cobertura social. Medidas conservadoras = flexibilizar el mercado de trabajo.

Adicionalmente, tenemos otra medida en la que todo el mundo está de acuerdo: Incremento del protagonismo del Poder Público en forma de inversión Pública. Un signo lo deriva hacia gasto social consuntivo y otro signo lo deriva hacia inversión estructural productiva. Un color juega a corto plazo, el contrario, juega a largo.

Todos convenimos en que esta crisis es diferente de las cíclicas expectativas de readaptación.

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La diferencia respecto a las crisis previas es multifactorial. Un factor diferencial es puramente político y obedece al momento de reestructuración que el estamos viviendo en España. En dos frentes:

En el frente europeo, la construcción de Europa como espacio geográfico unitario ha exigido armonizar una serie de políticas económicas y la cesión de ciertas soberanías, hasta entonces patrimonio de los países soberanos.

Consecuencia, ningún país de la Unión Europea puede en esta crisis acudir a políticas monetarias o proteccionistas. La UE controla, en nombre de sus asociados, la política monetaria a través de la fijación de los tipos de interés y asegura la libre circulación de personas y capitales.

Únicamente le queda el recurso del incremento del déficit de sus cuentas públicas, pero sabe que está estrechamente vigilado. Un desfase no autorizado en este campo puede llegar a tener consecuencias particularmente dolorosas: la expulsión del seno de la UE

Nuestro Gobierno está atado de pies y manos en este terreno. No es soberano.

En el frente nacional, España decidió durante la transición alumbrar el Estado de las Autonomías. En la actualidad se ha acelerado el proceso de traspaso de competencias desde el Estado Central a las 17 Autonomías.

Como consecuencia, las competencias que implican gasto (economía, sanidad, cultura, …) están “miniaturizadas”. Es complicado pensar que cada Autonomía cuenta con suficiente “masa crítica” en su capacidad de gasto como para poder hacer efectiva una política contracíclica que pueda sacar al país, en su conjunto de la crisis. Ya sabemos que la coordinación no es valor patrio.

Adicionalmente, las competencias que implican ingreso, fundamentalmente política fiscal, está parcialmente transferida, ya desde la fase de recaudación, con lo que la parte del presupuesto general del Estado que queda en poder del Gobierno es francamente exigua.

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Nuestro Gobierno, como la superestructura de cualquier empresa no productiva, ha perdido su eficacia. Ha entregado su soberanía.

Con este estado del arte, cabe pensar en el Gobierno como el resolutor de los problemas que España tiene (hablemos de esta crisis, o de cualquier otro punto)?

Dando como cierto que esta tendencia centrífuga continua en ambos sentidos (Autonómico y Europeo), cabe pensar que alguien está conduciendo esta nave?

De verdad que lo más importante es el cambio climático?