Tenía que ser en Davos.
Davos como el caldo vital en el que se alumbran los elementos básicos constitutivos del nuevo orden.
Davos como el nuevo matraz bio-económico del Siglo XXI.
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El reactivo está siendo la crisis que nos asola.
Esta crisis cuya naturaleza, al igual que la del cocido primitivo, nadie conoce.
Esta crisis que está corroyendo y disolviendo el tejido económico de Gaia toda.
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De este guiso han de salir las nuevas estructuras básicas, la nueva física y la nueva matemática que han de regir la próxima Era.
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Los primeros postulantes ya han florecido.
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El nuevo ADN constituyente va a estar formado por las 20 primeras empresas más grandes del mundo.
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Ellas marcarán el camino a Gobiernos e instituciones privadas.
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Serán la esencia y la inspiración.
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Habrá un nuevo resurgimiento de la polémica Ciencia o Fe?
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Que mejor homenaje al aniversario de Charles Darwin
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